Si durante el embarazo se produce la muerte de un ser querido, las emociones que se experimentan se intensifican y se vuelven contradictorias.
Durante el estado de embarazo el cuerpo hace que la mujer experimente un sentimiento de esperanza único por la nueva vida que alberga en su interior.
Para entender cómo afecta el duelo durante el embarazo, debemos hablar primero de cómo se contrapone la alegría de estar gestando una vida, a la tristeza que se siente al sufrir la pérdida de un ser querido. Este vaivén de sentimientos puede afectar a la futura mamá, tanto a nivel emocional como físico.
“Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida” (Mario Benedetti)
Pese a que en nuestro día a día vivamos circunstancias que nos hagan recordar que tan natural es la vida como la muerte; es habitual que la llegada de esta última, ya sea de forma inesperada o no, nos haga sumirnos en un estado complejo de dolor y pena, e incluso de rabia e impotencia.
Cuando esta noticia la recibe una mujer embarazada, le suma a estas emociones, propias de la elaboración del duelo, el miedo. Miedo por cómo ese dolor puede afectar a la gestación, miedo a recibir la llegada de un nuevo miembro a la familia sin el apoyo de ese ser querido que dice adiós, y miedo a las emociones del proceso de duelo, intensificadas, más si cabe, por su estado gestacional.
La naturaleza del cuerpo humano no solo está preparado para permitir que la mujer sea capaz de crear vida, sino que también lo está para proteger la llegada de un nuevo miembro y prevenir que agentes externos afecten a su desarrollo. Es por ello que pese a que es verdad que las emociones de la madre pueden ser absorbidas por el feto a través de la placenta, ésta también es responsable de no dejar que ciertas circunstancias le afecten.
El momento de gestación también influye en el proceso de duelo. Una situación de estas características en un embarazo de pocas semanas puede ser muy peligroso, por lo que hay que tener un mayor control sobre la gestión de las emociones; del mismo modo que en un estado avanzado, esta noticia podría anticipar la llegada del momento del parto.
Tras el nacimiento del bebé, la elaboración del duelo debe continuar, de manera que la reciente maternidad le proporcione a la persona en duelo tiempo para compartir su dolor pero también para poder atender las necesidades del recién llegado, una tarea que, además, le ayudará a avanzar en el proceso.
Así como en la elaboración de cualquier tipo de duelo, durante la gestación se recomienda seguir ciertas pautas como:
Siguiendo estas recomendaciones, una gestante en duelo puede conectar con sus emociones para gestionarlas y canalizarlas, de manera que logre elaborar un duelo sano.
Es importante hacer hincapié en la necesidad de proporcionar apoyo a una mujer embarazada de una manera respetuosa, empatizando con su estado de ánimo y su situación sin proferir ningún tipo de juicio que pueda alterar los tiempos de elaboración de su duelo.
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