No es mucho lo que necesita para honrar a un ser querido que haya fallecido. Cada vez que se detiene a pensar en esa persona —la forma en que se reía, cómo le gustaba su café, esa sonrisa especial que solo a usted le regalaba—, la está honrando.
Una vez finalizado el funeral y luego de retirar todas las cosas del ser querido, tener una forma especial de honrarlo puede ayudar a aliviar el dolor durante el proceso de duelo. Puede ser algo tan simple como encender una vela en una iglesia. También es posible dedicar un fin de semana entero a recordar a la persona fallecida. Honrar a un ser querido luego de su partida permite que la conexión tan estrecha que existió en vida continúe luego de su fallecimiento.
Estas son algunas ideas para ayudarte a comenzar
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